sábado 25 octubre 2025

Sandía chilena: el aporte a la salud y la economía 

Más allá de los beneficios que la sandía chilena -falsa baya también conocida como “pepónide”- aporta al cuerpo humano, su cultivo ha permitido ampliar abrir cada vez más el mercado internacional para su exportación, causando sensación en países del Hemisferio norte. 

La sandía chilena, con su color rojo vibrante -aunque también las hay amarillas- y su frescura inigualable, además de ser una opción refrescante en días calurosos, guarda una rica historia y curiosidades que pocos conocen. Desde su origen en África hasta su vínculo con la agricultura familiar campesina en Chile, este fruto no solo aporta hidratación y dulzura a nuestras mesas, sino que también sostiene tradiciones y comunidades agrícolas a lo largo del país. 

La combinación de agua y fibra de la sandía (Citrullus lanatus) favorece la digestión, aliviando problemas como el estreñimiento. La citrulina, un aminoácido presente en la parte blanca de la fruta, mejora la salud cardiovascular al dilatar los vasos sanguíneos y reducir la presión arterial. Y, su contenido en potasio es clave para mantener el equilibrio nervioso y muscular, haciendo de la sandía una aliada para el buen funcionamiento del cuerpo.

En mercados externos como Canadá y Estados Unidos, el consumo de melones y sandías ha adquirido una preponderancia notable dentro de los productos procesados frescos. Sólo en los Estados Unidos los productos procesados frescos han tenido un crecimiento notable en las últimas dos décadas, alcanzando casi US$ 16 mil millones al año en ventas. Entre las frutas, se destacan melones y sandías como las más demandadas.

Aparte de la demanda de la sandía en el mundo, entre las familias cada vez más pequeñas y a personas que deciden vivir solas, estos productos tienen dos características particulares que las hacen muy apetecidas: su gran tamaño, que hace necesario fraccionarlas para el consumo y, a diferencia de muchas otras frutas, los bajos problemas de pardeamiento al momento del corte. 

Los datos de las últimas décadas, indican, que las frutas procesadas frescas vendidas en supermercados dentro de Estados Unidos han aumentado, desde valores insignificantes, a otros cercanos a US$ 1.500 millones/año. De éstas el 60% (US$ 900 millones), corresponden a melones y sandías. Es más, las ventas anuales de ambos productos a nivel institucional sobrepasarían US$ 300 millones, lo que se traduce en ventas promedio cercanas a US$ 100 millones por mes. 

Estas cifras demuestran la magnitud de la demanda actual por dichos frutos. Esta es la razón por la cual Chile debe trabajar en el desarrollo del campo. Las posibilidades de ampliar el mercado, son inmensas. La industria norteamericana, por ejemplo, carece de materia prima de alta calidad en los meses de invierno, por lo que hay empresas interesadas en obtener producción nacional para abastecer a los mercados durante la contra estación.

Fuente: https://laderasur.com/articulo/la-sandia-origenes-y-curiosidades-de-la-fruta-popular-del-verano/

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